COMM UNI CAT ION Berlin - Havanna

Donnerstag, 25. Februar 2010

Was steckt hinter dieser Tür? Oder Was hat eine Kochbanane mit Kommunikation zu tun?


Berlin Friedrichshain, Februar 2010
Foto: Simone Dittmar


Seit Tagen zerbreche ich mir den Kopf, was ich zum Thema Kommunikation an dieser Stelle zu sagen habe. Nach einigen hirnlastigen Um- und Abwegen durch die abstrakte Welt der Theorien, entschließe ich mich einen praktischen Beitrag zu leisten.

Nur ein Satz soll kurz erwähnt sein, den wir dem Kommunikationswissenschaftler Paul Watzlawick verdanken: „Man kann nicht nicht kommunizieren.“ Eine wichtige Erkenntnis, die einen zugleich in die Verantwortung nimmt.

Da ich von diesem Projekt gehört und diesen Blog betreten habe, ließe sich meine Nichtbeteiligung als Ignoranz oder Desinteresse, Gleichgültigkeit oder Ratlosigkeit, Passivität oder Trägheit, Zurückhaltung oder… auslegen. Irgendetwas drücken die fehlenden Worte aus, nimmt man Watzlawick ernst.

Das gibt zu denken, solange man sich darum sorgt, was das Gegenüber von einem halten könnte. Nun soll man aber auch nicht einfach reden um des Redens willen. „Ohne Notwendigkeit viel zu reden ist so, als würden wir unseren Garten von Unkraut überwuchern lassen.“* Deshalb Schluss mit der Vorrede und auf zu den wichtigen Fragen:

Warum grüße ich fremde Menschen im bayrischen Wald und nicht meinen Nachbarn im eigenen Haus? Ist das typisch Berlin? Ist das typisch Großstadt? Ist das typisch Havanna?

Wie der Zufall es will, kommt mein Nachbar aus Kuba. Viel mehr weiß ich bisher von ihm nicht. Die Kubaner sollen sehr kommunikativ sein. Das weiß ich von anderen. Trotzdem sind er und ich in drei Jahren über zwei, drei Wortwechsel noch nicht hinausgekommen. Dabei ging es um „Motorroller“ und nicht etwa um das für gewöhnlich leichteste Einstiegsthema „Kinder“, obwohl er gleich mehrere und ich zumindest eins habe.

Angeregt durch dieses Kunstprojekt denke ich, es ist an der Zeit, die nachbarschaftliche Kommunikation zu beleben und damit etwas Besonderes, vielleicht auch etwas Lustiges oder Trauriges, auf jeden Fall etwas Aufregendes zu erleben und darüber zu berichten.

Alle, die wissen wollen, was eine Kochbanane mit Kommunikation zu tun hat und wie sich Nachbarschafts- und Kulturgrenzen möglicherweise überschreiten lassen, halte ich mit weiteren Beiträgen gern auf dem Laufenden. Und im besten Fall setzen wir uns dabei mit den Problemen um Kommunikation und Verständigung auseinander!

(*Diesen Satz mit leider unbekannter Quelle verdanke ich meiner besten Freundin. Danke Dani!)
Text: Simone Dittmar

¿Qué hay detrás de esta puerta? o ¿Qué tiene que ver un plátano de freir con la comunicación?


Desde hace dias me rompo la cabeza sobre lo que yo podria decir en este lugar, acerca del tema comunicación. Después de extravíos y rodeos mentales a través del abstracto mundo teórico, me decidí por el aporte práctico.

Una corta oración que le debemos agradecer al científico de la Comunicación Paul Watzlawick quiero mencionar aquí: “Uno no puede no comunicar”. Un conocimiento importante que al mismo tiempo nos hace asumir la responsabilidad.

Al haber escuchado sobre este proyecto y haber visitado este Blog, se hubiese interpretado mi no participación como ignorancia o desinterés, indiferencia o desconcierto, pasividad o pereza, reserva o….Palabras no articuladas también expresan algo, si tomamos en serio a Watzlawick.

Esto da que pensar, al menos mientras uno se preocupa que pueden opinar los otros al respecto. Pero no se debe hablar por hablar. “ Si no existe la necesidad de hablar mucho es como si dejaramos crecer nuestro jardín de mala hierva.”* Por eso pongo final al preámbulo y voy a las preguntas importantes:

¿Por qué saludo a personas desconocidas en el bosque de Bavaria y no a mi vecino que vive en el mismo edificio que yo?. ¿Es esto típico en una ciudad grande? Es esto típico La Habana?

Da la casualidad que mi vecino procede de Cuba. Mucho más que eso no sé de él. Se dice que los cubanos son muy comunicativos. Eso lo sé a través de otros. Pero a pesar de esto en el tarnscurso de tres años no hemos intercambiado más de dos o tres palabras. Hemos hablado sobre “Escúter” y no del más fácil y usual tema “niños” , a pesar de que él tiene varios y yo al menos uno.


Estimulada por este proyecto artístico pienso que ha llegado el momento de animar la comunicación entre vecinos y así tener experiencias especiales y quizás algo cómico o triste, de cualquier manera algo excitante sobre lo que se pueda narrar.


Todos aquellos que quieran saber, qué tiene que ver un plátano de freir con la comunicación y como es posible traspasar las fronteras entre vecinos y cultura, los mantendré con gusto al corriente en futuros articulos adicionales. Y así en el mejor caso discutir en este marco sobre los problemas de la comunicación y el entendimiento!

(*Esta oración lamentablemente de fuente desconocida se la debo a mi mejor amiga. Gracias Dani!)

Texto: Simone Dittmar

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